Durante este mes de junio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España ha nombrado a nuestro Director General, Eduardo Merello como el colegiado del mes, por su compromiso con el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas desde hace años. Con motivo de este nombramiento, hemos tenido la oportunidad de colaborar con el Consejo a través de una entrevista que se le ha realizado a Eduardo Merello:
En su escuela, el Cortijo de Cuarto en Sevilla, fue el primero que presentó un Trabajo Fin de Carrera sobre Producción Ecológica. A día de hoy, varias décadas después, su vida sigue girando en torno al mundo ECO. Eduardo Merello, es Ingeniero Agrícola y gerente de SOHISCERT, la que fue la primera empresa privada de España autorizada para operar como entidad de certificación para Producción Ecológica.
Su empuje y apuesta por ese ámbito le llevó a participar en la constitución de los primeros Consejos Reguladores de la Producción Ecológica. Reconoce el valor de la formación del Ingeniero Técnico Agrícola en el papel de dirección técnica, consultoría y asesoramiento en el proceso que ha de seguir cualquier productor que desee conseguir certificar su unidad de producción.
¿Qué hace una empresa como SOHISCERT para ayudar a agricultores y ganaderos?
SOHISCERT, es una empresa de certificación agroalimentaria. Como Entidad de Certificación nuestra función es proporcionar a los agricultores, ganaderos e industrias agroalimentarias un esquema de auditoria y certificación lo más eficiente posible, con objeto de que las certificaciones que concedemos generen la máxima confianza en los mercados y a las Administraciones Publicas de las que tenemos el control oficial delegado. Para el desarrollo del cometido referido, SOHISCERT se ha debido dotar de la estructura adecuada para cumplir con los requisitos exigidos a las Entidades de Certificación y lograr las homologaciones y reconocimientos exigidos en cada reglamentación o pliegos privados.
SOHISCERT fue la primera empresa privada de España autorizada para operar como entidad de certificación para agricultura y ganadería ecológicas, una labor que hasta ese momento realizaban los Consejos Reguladores, ¿por qué consideraron que era necesario romper la baraja?
Personalmente participé en la constitución de los primeros Consejos Reguladores de la Producción Ecológica. Primero, a nivel nacional y posteriormente a nivel autonómico. Debemos recordar que España fue el primer país de la Unión Europea en proteger oficialmente, en 1989, la indicación Agricultura Ecológica mediante la creación con ámbito nacional de una Denominación Genérica, regulada por la misma ley de las Denominaciones de Origen. El primer reglamento de la Unión Europea, que da cobertura oficial a la Agricultura Ecológica no es hasta 1991, con el Reglamento CE 2091/91.
La experiencia de esos años me hizo entender que esa primera fase de Consejos Reguladores había cubierto su ciclo y debíamos ir hacia el modelo dominante en el resto de países de la Unión Europea y de otros países desarrollados como EEUU, Japón, etc.; donde, además, tradicionalmente exportamos nuestros productos agrarios. Definía un modelo profesional, de empresa auditora, alejado de estructuras con dependencias políticas.
En ese proceso, que adivinamos complejo, ¿hubo muchas zancadillas o les facilitaron el camino?
Cuando se inicia un camino novedoso, de ruptura, a muchos no agrada o sienten amenazados sus estatus. Entonces hubo de todo, instituciones y agentes del sector que entendieron el camino y otros que presionaban para que el camino no siguiera adelante. Entra dentro de lo normal. Hoy recuerdo los inicios como una experiencia apasionante.
Usted vio que la agricultura ecológica era el futuro hace ya más de dos décadas. ¿Qué futuro le augura ahora que la producción ecológica ya está muy presente?
La Producción Ecológica ha pasado de ser una actividad muy minoritaria en el sector agrario y con un mercado muy específico y reducido al convertirse en una actividad agraria y agroalimentaria puntera. No solo cuenta cada vez con más agricultores y ganaderos, sino que cualquier empresa del sector agroalimentario lo contempla dentro de su estrategia de expansión y desarrollo futuro.
Basta con indicar que la Unión Europea ha fijado como objetivo para el 2030 que al menos el 25% de la superficie agraria útil del continente se encuentre en Producción Ecológica. Objetivo que se considera sobradamente realista y alcanzable observando el ritmo de crecimiento del sector y de las demandas de los consumidores de los últimos años.
Tampoco se debe obviar el otro gran éxito del movimiento de la Agricultura Ecológica que ha sido poner en la agenda de la agricultura convencional y las empresas de suministros de insumos consideraciones medioambientales, que anteriormente brillaban por su ausencia.
¿Son imprescindibles las certificaciones en todos los casos? ¿Por qué?
La certificación es imprescindible cuando se quiere mostrar en los productos agrarios y agroalimentarios de determinadas indicaciones, atributos o cualidades del producto que se encuentran reguladas y protegidas mediante normas que definen en qué consisten dichos atributos.
La certificación no es más que el instrumento de conexión entre producción y consumo para generar confianza.
¿Qué motivos puede encontrar un productor para no certificarse? ¿Los entiende?
Sí los entiendo, un productor puede cumplir la normativa horizontal referente a condiciones de los productos agroalimentarios y acceder al mercado convencional. No puede diferenciar su producto y competirá en precio y servicio con el resto. Es cierto que cada vez más la distribución exige en los productos convencionales una certificación basada en sus propias normas de seguridad alimentaria como es GlobalG.A.P., IFS, BRC, etc., el productor que opta por no certificarse no podrá acceder a esas líneas de distribución. Debemos pensar que el consumidor está cada vez más educado y sensibilizado, quiere información y certeza cuando realiza la compra y esto lo proporciona la certificación.
¿Qué tipo de producto o servicio ha despuntado en certificaciones en los últimos tiempos?
La mayor actividad de SOHISCERT la ocupa la Producción Ecológica y, como indicaba antes, confiamos que la nueva PAC contribuya a alcanzar los objetivos del 2030, por ello es de prever que la Producción Ecológica continúe con su protagonismo. No obstante, las certificaciones de Denominaciones de Origen, especialmente Vinos, también supone un área importante de trabajo. Y como tercera línea que despunta en certificaciones corresponde al ámbito de la Seguridad Alimentaria como es GlobalG.A.P., IFS o BRC, entre otros.
¿Qué le han aportado sus estudios de Ingeniero Agrícola al desarrollo de su carrera profesional?
Evidentemente la carrera es la que te aporta conocimientos y te introduce en el sector agrario. En mi caso concreto, terminando en el Cortijo de Cuarto, coincidió con el inicio del movimiento a favor de la Producción Ecológica que se origina en la Escuela promovido por un grupo de alumnos, exalumnos y algunos profesores. De hecho, fui el primero que presentó un Trabajo Fin de Carreras sobre Producción Ecológica.
¿Qué papel jugaría/juega el ITA en los sistemas de Producción Ecológica antes de llegar a la certificación?
El ITA tiene entre sus funciones la dirección técnica, la consultoría y el asesoramiento. En este sentido, para superar con éxito el proceso de certificación es básico que el agricultor conozca la norma sobre la que va a certificar su unidad de producción y adoptar las medidas necesarias para acreditar que cumple. Para ello, deberá implantar cambios en su sistema productivo, disponer de los correspondientes registros y atender adecuadamente las auditorias, contar con el apoyo de un técnico le ayudará indudablemente en conseguir esos objetivos.
Usted, además de estar colegiado ha firmado acuerdos de colaboración entre su empresa y su colegio profesional, el COITAND. En su opinión ¿en qué suman las organizaciones colegiales?
Entiendo que el primer cometido de las organizaciones colegiales es representar y defender los intereses de sus profesionales ante terceros. Pero tiene otras funciones como es la información y formación continua de sus colegiados, el crear foros de debate y detectar áreas de desarrollo de la profesión. SOHISCERT dispone entre su personal de un buen número de ITA, entre otras profesiones. En concreto en estos momentos contamos con 21 ITAs. Los convenios de colaboración con el COITAND se enmarcan en el ánimo común de hacer llegar al sector donde trabajamos la importancia de fomentar la excelencia en la sostenibilidad y calidad de los productos agrarios y saber transmitir esas cualidades mediante la certificación. Es este un campo de trabajo que ofrece grandes posibilidades a nuestra profesión.