¿Cómo será la agricultura y ganadería europea del futuro y cómo repercutirá en tu explotación?

En este artículo informaremos de manera sencilla sobre los cambios en la producción agroganadera que vienen. Quizás no sepamos la velocidad con la que se desarrollarán, pero estos se van a producir si o si.

La buena noticia es que quizás, después de todo, los cambios favorezcan a la agricultura y a la ganadería haciéndolas más sostenibles y prósperas, sobre todo para aquellas explotaciones que ya han apostado por la producción ecológica.

Es importante decir, antes de empezar, que la información de estos artículos se ha extractado de normas, planes, datos y previsiones oficiales existentes y por tanto son ajenos a opiniones políticas o sectoriales, legítimas por otra parte.

En este artículo hemos tratado de utilizar un lenguaje accesible, que permita entender cómo será la agricultura en 2030 sin ser un experto o un técnico, nada de lo que está pasando es difícil de explicar.

La organización del contenido es la siguiente:

  • Primero se justifica porqué estos cambios son ya inevitables.
  • Segundo se cuenta en qué consistirán estos cambios, que habrá que hacer en las explotaciones agrarias.
  • Tercero se expone, hasta dónde sabemos en la actualidad, cómo se van a implantar estos cambios.
  • Por último, en el cuarto capítulo hablaremos de las reacciones a la nueva PAC por parte de la sociedad: productores, agricultores, partidos, etc.

>> Parte 1. ¿Por qué la agricultura va a comenzar a cambiar y quizás rápidamente?

Permítenos que hagamos un preámbulo corto pero necesario.

Usula Von Der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea anunció en 2019 que Europa alcanzará la neutralidad climática en el año 2050. Con este anuncio se lanzó un plan general para conseguirla: El PACTO VERDE EUROPEO que contó con el apoyo de todos los países e instituciones y la mayoría de los partidos políticos europeos (y españoles).

Todos estaremos de acuerdo en que esto ya no es negociable, incluso cada vez son más las organizaciones sociales y empresas que piden que se adelante este compromiso dado el avance rápido del cambio climático.

A este movimiento político de gran alcance, se une en 2020 la pandemia del COVID que ha generado una crisis económica significativa en toda Europa (y en todo el Mundo).

Europa ha unido las dos cosas, el Pacto Verde y la crisis pandémica y, por primera vez en la historia, se ha dotado de un presupuesto especifico, denominado Next Generation EU, de 750.000 millones de euros (140.000 millones de euros para España).

Un presupuesto para llevar a cabo en cada país actuaciones que hagan las economías europeas competitivas y sostenibles, de acuerdo, a los enfoques del Pacto Verde Europeo mencionado.

Estamos hablando del mayor estímulo económico de la historia de Europa de un tamaño equivalente a la mitad de la economía española.

Así la UE tiene ahora un objetivo: la neutralidad climática en 2050, un plan (Pacto Verde Europeo) y como novedad, un presupuesto específico para llevarlo a cabo.

 

¿Esto en qué incumbe a mi explotación?

Para alcanzar la neutralidad climática hay que actuar sobre todos los sectores que emiten gases de efecto invernadero, y cuáles son:

Sectores que generan gases de efecto invernadero en la UE

 

Si, aquí está, la agricultura y la ganadería emiten en la actualidad gases de efecto invernadero, algo más de un 12% del total, de hecho, es la cuarta fuente de emisión.

Y por tanto, esto requiere de actuaciones que cambien el modelo actual agrario por uno más sostenible; que no sólo no emita estos gases sino que los capte de la atmosfera y los retenga en forma de materia orgánica en el suelo, esto es posible.

Así, las políticas agrícolas de la UE van a comenzar a cambiar, de hecho, ya están empezando a hacerlo, y como veremos comenzarán a llegar al campo en breve.

Estamos elaborando un plan de compromiso en materia de biodiversidad que va más allá de los estándares ecológicos. Queremos proteger, regenerar y estimular la biodiversidad; promover alternativas vegetales; desarrollar prácticas agrícolas que sean más sostenibles; contribuir a la no estandarización de los alimentos; y recuperar los ecosistemas degradados por el hombre. Más que contribuir a alimentar el planeta, estamos creando un movimiento, el de la alimentación para la biodiversidad.

¿No te crees que este objetivo produzca cambios en la agroganadería? Pues deja que te contemos que está pasando en otros sectores que emiten gases invernadero.

Algunas personas en el sector eléctrico pensaron que no habría tantos cambios, pero en la actualidad el 43% de la energía en España es ya renovable. De hecho, la energía solar, por cierto, una de las más baratas, está creciendo a un ritmo del 65% anual.

En el 2030 el 70% de la energía será renovable, hay quién piensa que incluso antes. De aquí al año 2050 se invertirán 500.000 millones de euros (un 37% del PIB del país) en energías renovables en España, para que el 90% de la energía sea climáticamente responsable.

Si alguien creía que nada iba a cambiar, se ha equivocado.

También hay quien creía que el transporte no cambiaría, pero en el año 2030 habrá más de 30 millones de coches eléctricos circulando en Europa, ese año habrá ya buques que se muevan sin emitir CO2 y en el 2050 los aviones dejarán de emitir estos gases de efecto invernadero.

Ya nadie duda de esto, el cambio está en el camino, las empresas automovilísticas lo han asumido.

La industria también está cambiando, digitalizándose y haciéndose sostenible, tan rápido, que hay una plataforma de empresas (entre las que está por ejemplo Amazon) que piden que la neutralidad climática se adelante en diez años, en el 2040.

Increíble pero cierto, tras importantes reticencias la industria está comenzando a transformarse también y de manera rápida.

Puede que haya quién dude de que la agricultura y la ganadería vayan a cambiar, pero es cuestión de (poco) tiempo que estas dudas desaparezcan, como tratamos de explicar.

Si aun eres escéptico, te daremos una última razón de peso: los ciudadanos/consumidores.

Los consumidores, y sobre todo los más jóvenes, cada vez piden más que sus productos sean sostenibles o/y ecológicos, y están dispuestos hasta gastar un poco más por ellos.

Esto está pasando en todos los sectores desde la ropa a los muebles, pero nos centraremos aquí en la alimentación.

Si no lo crees, mira como todas las grandes empresas alimentarias sacan envases reciclables, por ejemplo, las de bebidas, o como todas las grandes marcas empiezan a hablar de sostenibilidad: Danone, Nestlé, Goya, Unilever, Coca Cola, etc.

También la distribución se está uniendo al carro, nunca mejor dicho, dedicando cada vez más espacios a productos ecológicos, locales y sostenibles.

Te daremos un dato: El crecimiento del consumo de productos ecológicos en Europa crece a un ritmo del 8% aproximado (7,7% en España), es relevante sobre todo cuando el consumo general está casi estancado. Es decir, cada vez se venden menos productos convencionales y más productos ecológicos.

Parece claro que cada vez hay más personas que no quieren comprar productos que contribuyan a potenciar el cambio climático y estas personas son las que apoyan las políticas hacia la neutralidad climática.

Esperamos que estos argumentos hayan sido suficientes para convencerte de que el cambio hacia una agricultura y ganadería más sostenible y menos emisora de gases de efecto invernadero no sólo es inevitable, sino que se está empezando a producir:

De acuerdo, al PACTO VERDE EUROPEO, en el año 2030 Europa reducirá el 55% de los gases de este tipo que emite en la actualidad y para que esto sea verdad hay que empezar hoy.

>> Parte 2. En qué consiste el cambio. ¿Cómo será la transformación de la agricultura y la ganadería?

Ya hemos contado por qué se va requerir la transformación de la agricultura y ganadería, en esta parte te vamos a tratar de explicar en qué consistirá, no es que seamos adivinos, es que está ya escrito y aprobado por todas las instancias europeas y españolas.

Vaya por delante que el cambio pasa por hacer que se emitan menos gases de efecto invernadero, ¿pero cómo se lleva a cabo esto?

Para ello vamos a partir del PACTO VERDE EUROPEO, es decir, del plan de la Unión Europea para alcanzar la meta de neutralidad climática en 2050.

Este pacto tiene varias iniciativas, en concreto:

  • La Ley Europea del Clima, por la que nos comprometemos a reducir el 55% de las emisiones en el 2030 y 100% en el 2050. Esta es la base.
  • La Estrategia Industrial Europea y el Plan de Acción para la Economía Circular que habla de digitalización y la innovación de las empresas (también las empresas agrarias).
  • Mecanismo para una Transición Justa. Esa medida ayudará a las regiones y empresas más contaminantes en la transición hacia la sostenibilidad. La Unión Europea se plantea no dejar a nadie atrás en el cambio.
  • Movilidad Sostenible e Inteligente. Esta iniciativa se encarga de “descarbonizar el transporte”: coches eléctricos, transporte público eficaz, etc. Se pretende reducir el 90% de las emisiones en 2050.
  • Energía limpia, asequible y segura. La apuesta por las energías renovables y por el hidrógeno.

Y ahora los cuatro elementos que impactan en la agricultura y la ganadería:

Estrategia de Sostenibilidad de la UE para las Sustancias Químicas. Trata de proteger la salud de los ciudadanos: eliminar las sustancias tóxicas del entorno, reducir la contaminación y de paso convertir la industria química en una industria más segura y competitiva.

La reducción de las sustancias químicas en los alimentos es crítica y con ello en la agricultura. La agricultura ecológica va a ser la referencia y poco a poco se irán endureciendo las reglas para lanzar productos permitidos de cualquier tipo.

La agricultura convencional tendrá de trabajar con menos sustancias químicas, es posible que cueste, pero es inevitable. Así cada vez habrá menos diferencia de costes entre la gestión ecológica y la gestión convencional, facilitando la transferencia como veremos.

De aquí a 2030 veremos una agricultura y ganadería con muchas menos sustancias químicas. Mucho más ecológica.

Estrategia de Biodiversidad. El otro pilar en el que el ámbito agrario es importante es la biodiversidad, la Unión Europea pretende, además de la reducción de químicos, la plantación de árboles (3.000.000.000 de árboles, si has visto bien el número de ceros), la ampliación de los espacios naturales, la protección de los polinizadores y la generalización de la agricultura ecológica y las prácticas sostenibles.

Esta estrategia tiene un lema: TRAER DE NUEVO LA NATURALEZA A NUESTRAS VIDAS

En concreto, se pretende que el 25% de la superficie agrícola esté certificada en ecológico, teniendo en cuenta que en la actualidad hay un 8,5%, en menos de 10 años, hasta 2030, habrá de multiplicarse por 3 la superficie ecológica, piensa la magnitud del cambio: de los 13,8 millones de hectáreas actuales a 48,7 millones de hectáreas.

Es decir, pasará a ser ecológico una superficie agrícola mayor a la extensión de Italia en menos de 10 años.

Para este cambio se utilizarán fondos de la Política Agraria Común (PAC) y parte de los de Next Generation EU, la ambición es muy alta en este sentido.

La UE pretende que las explotaciones ecológicas (y convencionales) integren prácticas que mejoren la biodiversidad, el suelo y la gestión del agua, dado que estas prácticas ayudan a captar CO2 en el suelo y por tanto contribuyen a mitigar el cambio climático.

No basta con no utilizar sustancias químicas, Europa apuesta también por una agricultura con manejos diferentes. En definitiva, se persigue una producción más ligada a la naturaleza.

Esperamos que estos argumentos hayan sido suficientes para convencerte de que el cambio hacia una agricultura y ganadería más sostenible y menos emisora de gases de efecto invernadero no sólo es inevitable, sino que se está empezando a producir:

Estrategia de la “Granja a la Mesa”. La última de las estrategias es la más relacionada con la agricultura y la ganadería, y tiene elementos comunes con la estrategia de Biodiversidad.

De alguna manera esta estrategia resume los cambios que la UE espera conseguir en 2030, así lo resume el vicepresidente de la Comisión Europea, Frank Timmermans:

“[La estrategia agraria de la UE] apunta a un nuevo y mejor equilibrio de la naturaleza, los sistemas alimentarios y la biodiversidad; proteger la salud y el bienestar de nuestra población y, al mismo tiempo, aumentar la competitividad y la resiliencia de la UE. Estas estrategias son una parte crucial de la gran transición en la que nos estamos embarcando”.

Estos son los objetivos de esta estrategia:

1.Asegurar a los europeos una alimentación saludable, accesible y sostenible.

2.Mitigar el cambio climático.

3. Proteger el medio ambiente y la biodiversidad.

4. Retornos económicos justos a lo largo de la cadena alimentaria.

5. Incrementar la agricultura ecológica.

Algunos de estos objetivos ya han sido mencionados, aunque quizás lo importante es la ambición del programa, que se resume en los siguientes hitos relacionados con la agricultura y la ganadería.

1.Reducir en un 50% los plaguicidas, aumentando la biodiversidad agroganadera y de los espacios naturales.

2.Reducir el uso de fertilizantes en un 20%. Para ello se promocionará la mejora de los suelos productivos.

3.Reducir las pérdidas de nutrientes de los suelos en un 50%.

4.Reducir las ventas de antibióticos en la ganadería en un 50%. Esta es una tendencia que ya ha comenzado y que enlaza con el bienestar animal.

5.Aumentar la superficie de la agricultura ecológica hasta el 25% de la superficie agrícola. Ya comentado.

Hay otros hitos cualitativos tales como:

6.Desarrollar un etiquetado que cubra aspectos nutricionales, climáticos, de sostenibilidad y sociales de los productos. Que el consumidor sepa que está comprando.

7.Reducción del desperdicio de comida.

8.Incrementar la investigación y el desarrollo agroalimentario. Las tecnologías son aliadas de este cambio.

9.Contribuir a la transición global hacia la sostenibilidad.

10.Crear un entorno en el cual la elección alimentaria de los consumidores sea saludable y sostenible (Bueno para ti y bueno para el planeta).

Nuevo Reglamento de Agricultura Ecológica

Dado que la UE planea ampliar radicalmente el espacio dedicado a la agricultura ecológica, se ha dotado de un nuevo reglamento (que entrará en vigor en 2022) y de un plan de acción a tal fin.

Estas serían algunas de las novedades:

  • Realizar un mejor control de los productos que vienen de fuera de la unión, de manera que tengan estándares similares.
  • Ampliar los productos certificables: sal, corcho, cera de abeja, resinas, aceites esenciales, integrando productos de los diversos paisajes.
  • Mejorar la sostenibilidad de los cultivos ecológicos, fomentando manejos sostenibles y que capten CO2.
  • Promocionar la acuicultura ecológica.
  • Mejorar la certificación de las pequeñas explotaciones abriendo la posibilidad de certificación a grupos de fincas.
  • Promocionar el consumo de productos ecológicos y las cadenas cortas de distribución.

Esperamos que esta información te haya permitido tener una visión de la dirección del cambio que se va a producir.

Por resumir, los productores ecológicos cada vez serán más y se promocionará que la agricultura ecológica se centre en reducir la dependencia de productos químicos (fertilizantes y plaguicidas), los protocolos para estos productos se endurecerán fortaleciendo la seguridad alimentaria y el bienestar animal.

También se promocionará que los agricultores y ganaderos desarrollen prácticas sostenibles como la mejora de la biodiversidad en sus explotaciones (setos, espacios de naturaleza), la mejora de la calidad de los suelos (compost, cubiertas vegetales, ganado extensivo, etc.), la lucha contra la erosión y el manejo del agua.

La promoción de productos ecológicos y los canales cortos de distribución es uno de los elementos del nuevo reglamento de agricultura ecológica

Hay mucho que hablar sobre el auge de las prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, cada día más de moda, pero eso lo dejaremos para otros artículos.

Estos son los retos o los objetivos que se plantean, en el próximo capítulo nos centraremos en el paso más concreto en cómo se va a producir el cambio y para ello hablaremos de cómo la Política Agrícola Común incorporará estas medidas del PACTO VERDE EUROPEO para la neutralidad climática.

>> PARTE 3. La sostenibilidad es el corazón de la Política Agrícola Común. Cómo se trasladarán los cambios a los agricultores y ganaderos

Ahora se trata de pasar de las musas al teatro, de las estrategias a las realidades.

Para ello la UE utilizará la Política Agrícola Común (PAC) un presupuesto específico de 343.950 millones de euros para el periodo 2021-2027 en Europa, de estos, un total 47.724 mil millones serán para España en 7 años, supone unos 6.800 millones de euros al año. Una cantidad similar a la de otros años.

En los años 2021 y 2022 apenas habrá cambios, se mantienen lar reglas anteriores, así que estos comenzarán en el periodo 2023-2027, dado que aun se están negociando los últimos flecos entre el gobierno central, las comunidades autónomas y los agentes sectoriales.

Centrándonos en este periodo, en primer lugar, es importante recordar que el objetivo principal de esta PAC es: Que los agricultores y ganaderos puedan hacer frente al desafío del cambio climático y del medio ambiente, manteniendo la rentabilidad de sus explotaciones, en un escenario de certidumbre hasta 2027.

  • Se requerirá de los beneficiarios que sean agricultores genuinos, es decir que estén afiliados a la Seguridad Social como tales o que al menos reciban el 25% de sus ingresos como agricultores, con una excepción: quiénes reciban menos de 5.000 € de ayudas.
  • La ayuda básica se reducirá progresivamente a partir de los 60.000 euros, de manera que sea más complicado pasar de esta cifra, además se establece como máximo 100.000 €/año por beneficiario. Es decir, las diferencias entre los beneficiarios se limitarán bastante, habrá más igualdad en los ingresos, aunque siempre habrá picaresca en esto.
  • Esta cifra puede subir hasta 200.000 €/año siempre que se justifique 100.000 euros en contrataciones laborales para la explotación.
  • Se bonificará a los jóvenes agricultores o ganaderos y a las mujeres, con el fin de contribuir al relevo generacional y al papel de la mujer en la agroganadería. A estos fines también se dedicará fondos del segundo pilar de la PAC dedicado al desarrollo rural.

Se trata pues de hacer, en principio, una PAC más social e igualitaria, no habrá tantas diferencias en los ingresos, además se comprometen las instituciones a no aumentar la carga administrativa.

Si nos centramos en el ámbito del medio ambiente, la nueva PAC condiciona el cobro del 40% del total del presupuesto a factores de sostenibilidad. Puede que muchos escépticos puedan discutir algunas partidas, pero la realidad es que el peso medio ambiental se hace muy muy importante.

Por último, nos centraremos en la gran novedad de esta PAC: Los ecoesquemas.

Sí, las ayudas desvinculadas de la producción, la denominada ayuda básica a la renta supondrá el 60% del total, pero el 23% adicional de la ayuda dependerá de que los agricultores implementen directamente prácticas ambientales en sus explotaciones, una importante novedad.

Así, quien quiera obtener mayores ayudas habrá de implementar manejos de sostenibilidad, y cuáles son estos, aquí te dejamos una lista, aun provisional:

Esta lista tendrá que ser explicada detenidamente y su traslado a ingresos de los agricultores habrá de ser definido, pero como resumen de este artículo, los agricultores, ya sean ecológicos o convencionales, de aquí al 2030 tendrán que comenzar a integrar manejos que mejoren la sostenibilidad, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la captación de carbono de la atmosfera.

La buena noticia es que todos los expertos dicen que estos manejos mejorarán la productividad a largo plazo de todas las explotaciones, especialmente de las ecológicas.

Aun quedan muchas cosas por definir, muchos detalles, pero así será la agricultura del 2030, esperamos que este horizonte sea un horizonte que permita al sector afrontar la amenaza del cambio climático y ser más próspero.

Destinar parte de la superficie agrícola a espacios de biodiversidad es una de las prácticas subvencionables dentro de los ecoesquemas.

Con toda esta información hemos preparado el siguiente esquema a modo de resumen.

>> PARTE 4. Reacciones a la PAC

En estas partes hemos contado la visión oficial de la PAC, ahora es el momento de contar las reacciones de la sociedad.

Como no puede ser de otra forma en la actualidad, todas las reacciones a la nueva propuesta de la PAC son catastrofistas, no hay término medio:

  • Unas, las de algunas asociaciones de agricultores y ganaderos, la tachan de rupturista, visión compartida por algunos partidos de la derecha.

    Según estas organizaciones: Las prácticas de sostenibilidad destrozarán la competitividad de los productos agrarios europeos y nos invadirán los productos de otros países.

    Estas organizaciones están en contra que los productores agrarios paguen por la mejora del medio ambiente, asumiendo el coste de los ecoesquemas.

    También se muestran contrarios a todos los cambios, desde la figura del agricultor genuino hasta la convergencia de las ayudas que plantea la PAC. La estrategia es retrasar los cambios como sea.

    En fin, que la PAC hundirá la agricultura actual, es una imposición de los países ricos y urbanos a los agricultores, etc.

    Además, esta PAC seguirá beneficiando a los más ricos y no a los más necesitados, si quieres un análisis muy contundente lo puedes encontrar en internet en el documento de “Atlas de la PAC” que sustenta esta postura.

  • Otras, las organizaciones ecologistas y algunas organizaciones de defensa del mundo agroecológico, consideran que la PAC no lleva consigo ningún cambio y será catastrófico; la agricultura y la ganadería continuará con su camino hacia la degradación medioambiental y la destrucción del planeta.

También se quejan de cómo el Gobierno de España ha descafeinado por la PAC europea, reduciendo su impacto. La estrategia debería ser acelerar los cambios ante la amenaza medioambiental.

Así están las posiciones, en los extremos, se echa de menos una visión más constructiva y negociadora, unas posturas que respondan a la clara amenaza climática, al reto de la despoblación, que ayuden a los más necesitados, pero que lo hagan de manera progresiva y eficaz, sin perder competitividad.

Pero creo que esto será complicado, los decibelios de la catástrofe son demasiado fuertes. La pena es que creo que necesitamos que los planes funcionen (necesitamos que el Pacto Verde Europeo sea un éxito) y esto sería más fácil si hubiese un consenso básico y no una crítica cerrada.

Desde aquí, nos sumamos a las visiones que aportan, que contribuyen, que trabajan, que comprenden los diferentes puntos de vista, que están dispuestos a ceder, esperamos que por el bien de todos en los extremos queden sólo los marginales. Ese es nuestro deseo.

>> Cuenta atrás: En estos últimos meses, antes de 2022, España tiene presentar a la UE el plan definitivo para la aplicación de la PAC en nuestro país y de los detalles de la negociación dependerá que tengamos una política consecuente y justa.