La materia orgánica es la base de la fertilización en la agricultura ecológica al estar directamente relacionada con la fertilidad del suelo. La materia orgánica mejora sus propiedades tanto físicas, químicas como biológicas. Favorece la absorción de agua, la aireación, mejora su estructura, protege de las variaciones térmicas, retiene nutrientes y propicia el establecimiento de organismos, muchos microscópicos, que transforman y reciclan los nutrientes haciéndolos más accesibles para las plantas. El suelo no es un simple soporte para el cultivo, es una parte fundamental y un recurso a mantener y cuidar.
La actividad agroganadera y forestal genera una gran cantidad de residuos orgánicos que podemos aprovechar como fuente de materia orgánica, aunque es necesario estabilizarlos previamente. Uno de los métodos más sencillos y extendidos es el compostaje, que se defi ne como un proceso controlado de degradación de la materia orgánica por parte de los microorganismos presentes en los propios residuos. Es un proceso aeróbico en el que se incrementa la temperatura por la actividad microbiana, propiciando una higienización de los materiales orgánicos (eliminación de patógenos). Al final, se obtiene un producto orgánico estable, de naturaleza húmica, rico en nutrientes y en microorganismos de interés, que denominamos compost.
Todo material orgánico es susceptible de compostarse. Algunos ejemplos son los estiércoles de oveja, de vaca, de caballo, restos de fruta y verdura de la producción, los restos de poda, hojas de olivo, o los restos del destrío, entre otros. Existen muchas formas de hacer compost pero la más extendida es la de montones o pilas trapezoidales cuyas dimensiones aproximadas pueden ser de 2 metros de ancho, 1,5 metros de alto y de largo todo lo necesario. Las pilas deben voltearse periódicamente para asegurar su oxigenación y favorecer la homogeneización, además de mantener su humedad en rangos óptimos de 25-50%, que asegure el desarrollo biológico del proceso. Para elaborar correctamente una mezcla de compostaje, hay que ajustar la relación carbono/ nitrógeno a valores de 25-30. Con la App Compost Calculator desarrollada por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (disponible gratuitamente para Android e IOS), el lector encontrará muchos ejemplos de residuos orgánicos que se pueden usar y aprenderá a calcular las proporciones para la elaboración de compost de forma adecuada.
El compost es una materia orgánica estable que se puede añadir al cultivo en cualquier momento de su desarrollo. Se puede aplicar directamente como abono o usarlo como componente del sustrato de cultivo. Se puede usar en forma sólida o líquida, requiriéndose una extracción acuosa previa. Existen dos tipos de extractos acuosos de un compost: El “té de compost”, que solubiliza la materia orgánica fácilmente asimilable y una parte de la carga microbiana del propio compost y un extracto húmico, obtenido mediante una extracción alcalina. El primero sirve como aporte de nutrientes y para el control de microorganismos patógenos, y el segundo como un estimulante vegetal, al solubilizar una materia orgánica con propiedades similares a las auxinas (hormonas vegetales).
Para más información, consultar en: http://www.compostandociencia.com/manual-de-compostaje/
