Santa Gadea, queso ecológico de cabra, de granja 100% renovable

Fundada por Alfonso Pérez- Andújar quien la gestiona junto a su familia, Santa Gadea ha ido creciendo, impulsada por una plantilla excepcional, hasta especializarse en la elaboración y comercialización de quesos ecológicos de cabra, que elaboran únicamente con leche de su rebaño. También han añadido a su funcionamiento los principios de la economía circular. Nos cuentan como lo hacen.

¿Cómo estáis organizados?

La plantilla se divide entre las personas que cuidan de nuestras cabras y del campo, y aquellas encargadas de la quesería. Construimos el aprisco en el año 2003 y la quesería en 2009, ampliándola en 2015. En 2017 cambiamos la sala de ordeño por una rotativa GEA Westfalia, con la que estamos logrando mejorar una barbaridad la genética de los animales. En la quesería, contamos con maquinaria de última generación en un ambiente controlado de ventilación, renovación de aire, temperatura y humedad. Todo ello controlado las 24 horas, en tiempo real, para asegurar la máxima calidad de todos los quesos Santa Gadea.

Apostáis por la economía circular, ¿Cómo lo lleváis a la práctica?

Sobre el encamado de los animales aplicamos nuestra tecnología bacteriana, lo que nos permite transformarlo en compost natural y ecológico. Con este compost se abonan a su vez las siembras. Esto nos brinda una leche de calidad organoléptica excepcional, con la que elaboramos nuestros quesos. Además, con el suero excedente de cada fabricación, enriquecemos el alimento del ganado, las siembras y el compost, cerrando así el círculo. La leche Santa Gadea apenas sabe ni huele a cabra, hay que verlo para creerlo, y esto se debe a la alimentación de los animales y a su bienestar. En las granjas debe primar la higiene y la buena alimentación, lo contrario es una aberración que nos aboca al caos.

¿Podrías explicarnos que se consigue con la transformación del estiércol en compost?

Conseguimos reducir aproximadamente un 40% las emisiones de CO2 y metano, gracias a que la fermentación del estiércol en compost ocurre a bajas temperaturas y a que los gases emitidos son el alimento de estas bacterias autótrofas. En realidad, hacemos lo mismo que nuestros abuelos, que desde siempre dejaban el estiércol amontonado fuera de las naves para que se transformara en compost, pero en vez de en uno o dos años, nuestro proceso se completa en tan sólo dos meses.

Y desde el punto energético, ¿con qué inversiones habéis aportado valor a vuestra actividad?

Gracias a la energía verde vertida a la red general desde la granja, hemos conseguido una industria con una huella de carbono negativa. A esto han contribuido también nuestra técnica de producción de compost y el manejo de nuestros campos y bosques. Las instalaciones generadoras de energía verde son: un parque eólico con 20 MW de potencia instalada, equivalente al consumo medio de 20.000 hogares, una instalación fotovoltaica con 450 kW de capacidad y una instalación de placas termo-solares para las viviendas.
Toda esta energía supera con creces las necesidades de la granja, y sumándola al tratamiento de los residuos, convierte a la granja Santa Gadea en un sumidero de 130 mil toneladas de CO2 a la atmósfera cada año, es decir, la granja es 100% renovable.

Por último, ¿cómo valoras el servicio de certificación de SOHISCERT?

Tengo un gran respeto por SOHISCERT, porque además de controlar y certificar de forma eficaz a los operadores, cuentan con buenos profesionales y desarrolla su funcionamiento con una visión práctica de los trabajos. Para mí sois los mejores y os agradezco todos estos años que llevamos trabajando juntos.