Bodegas Menade se fundó en el año 2005, pero Alejandra, Marco y Richard son la sexta generación de una familia dedicada al vino. Es un proyecto vital que surge de la necesidad de volver a restaurar el equilibrio que la huella de la inapropiada voluntad humana rompió. Para ellos, el único futuro es volver y respetar el origen.
La verdadera historia de la familia comenzó en 1820, cuando los antepasados cultivaban la viña en diversas localidades hoy adscritas a la D.O. Rueda. La elaboración de los vinos se realizaba en lo que hoy se ha bautizado como ‘Menade by Secala’, una bodega subterránea excavada en la roca a principios del Siglo XIX.
Entonces, La Seca contaba en su núcleo urbano con numerosas bodegas, ahora derrumbadas por el paso del tiempo y la imposibilidad de mantenerlas.
´Menade by Secala’ conserva la arquitectura propia de sus inicios, aunque con mejoras posteriores, un lugar perfecto para que las barricas, tinas y las botellas históricas reposen en paz debido a las condiciones de temperatura y humedad homogéneas durante todo el año.
Cada una de las generaciones de la familia comenzó a elaborar sus vinos en este histórico lagar y cada una de ellas tuvo una visión pionera en la zona para hacer vinos de calidad; pero a principios del año 2.000, los hermanos Sanz decidieron iniciar su propio proyecto basado en el respeto por la naturaleza y en la vuelta a la tradición. Alejandra en exportación y comunicación, Marco en viticultura y Richard en enología, quien nos responde a las siguientes preguntas:
Conjugáis la tradición y la tecnología para cuidar vuestra producción y conseguir así un equilibrio con el ecosistema, ¿a través de que procesos o métodos lo conseguís? ¿Os ha supuesto mucho esfuerzo?
Así es, creemos firmemente en la evolución y la tecnología y así de esa manera poder avanzar sin pasar por un camino de química sintetizada de tal manera que estamos aplicando ozono en nuestros tratamientos y preparados con materias naturales para intentar equilibrar y aportar nutrientes determinados con cubiertas vegetales permanentes y para variables pensadas y diseñadas a medida de las carencias.
También nos apoyamos en la ayuda animal con los animales de nuestras granjas, ovejas, burros, patos, ocas, etc. Más que un esfuerzo es un pensamiento una manera de entender que el único camino a seguir es el del respeto máximo al medio ambiente. Y con planificación y un buen equipo todo es alcanzable. Duro camino, pero muy placentero.
A pesar de que os basáis en rescatar la viticultura ancestral, estáis aliados con la tecnología a través de la innovación ¿Qué proyectos innovadores habéis desarrollado?
Esta pregunta está en parte contestada pero también hemos desarrollado aperos a medida que estamos creando al 50 % nuestra propia energía fotovoltaica, creamos un sistema de árboles móviles con ecosistemas que nos ayudan para estudiar y contabilizar qué tipo de fauna e insectos somos capaces de mover. Aparatos portátiles de creación de ozono, para tratamientos en cubas de tractor e inyección en riego por goteo para mayor oxigenación y desinfección de suelo a nivel radicular. Tratamientos por dron localizados y todo ello ahorrando muchas toneladas de CO2, dentro de nuestro compromiso de reducción de emisiones.
¿Qué camino habéis trazado para obtener vinos con tanta personalidad?
Creo que lo primero fue desarrollar un proyecto y luego planificar los vinos en el viñedo y para ello trazar un plan para seguir un objetivo. El resto realmente se trata de dejar hacer, porque todas nuestras vendimias se realizan sin sulfitos y todas nuestras fermentaciones se desarrollan con levaduras espontáneas salvajes y autóctonas. El resto es una interpretación de cada añada para tomar decisiones. Y con un gran equipo humano y una higiene correcta en bodega se consiguen cosas con personalidad y calidad, que nos identifican. No creemos en la palabra mejor, si en la realización de la particularidad que marca una personalidad.
Toda vuestra producción está certificada en ecológico, ¿Qué importancia tiene para vosotros la certificación?
Sinceramente no creemos que sea tanta a nivel comercial como alguna empresa interprete necesario, sí a nivel personal de saber que las cosas se hacen y en este caso es certificado por una entidad sería, profesional y de larga trayectoria demostrada. Es decir, es una seguridad para nosotros y para nuestros consumidores.
¨Dicen que la mujer del César aparte de serlo tiene que parecerlo¨.
