Frente al coronavirus, las administraciones, ciudadanos y empresas debemos actuar con responsabilidad compartida, minimizando las posibilidades de contagio.
Durante el estado de alarma, organizaciones de diferentes ámbitos productivos han requerido la asistencia de SOHISCERT para la aplicación de medidas organizativas, de prevención e higiene que les refuercen en la protección de las personas.
Pero, incluso tras finalizar el estado de alarma, los protagonistas del sector agroalimentario viven cierta incertidumbre sobre las actuaciones necesarias para evitar los riesgos en sus procesos productivos.
Fruto de esta demanda, SOHISCERT ha desarrollado AgroCovid-19, un protocolo con el que valorar las decisiones y procedimientos implantados en las industrias agroalimentarias, obteniendo un análisis cualitativo que permita detectar las mejoras necesarias, para proporcionar la mayor garantía a nivel interno y externo frente a la COVID-19.
Este protocolo de buenas prácticas sigue las recomendaciones de organismos de referencia nacional e internacional, las guías oficiales del Ministerio de Sanidad y otras Autoridades Competentes a nivel autonómico.
Para mantener la normalidad de funcionamiento, las empresas han debido comunicar formalmente a sus empleados la información necesaria, estableciendo además procedimientos específicos para gestionar la detección de síntomas antes de ir al trabajo, a la entrada de las instalaciones o durante la jornada laboral.
Es recomendable contar con un grupo de gestión que se ocupe de planificar y supervisar las medidas de prevención adoptadas, evaluando los riesgos específicos de cada tipo de puesto, delimitando zonas, estableciendo grupos y turnos, ordenando la ubicación, el tránsito de trabajadores, asegurando la distancia de seguridad y el uso de los adecuados equipos de protección individual.
Es fundamental asegurar la disponibilidad de productos de higiene personal, la correcta limpieza de las instalaciones y equipos de uso compartido, la ventilación de espacios, la limpieza de zonas de carga y descarga, plantas de producción, herramientas y vehículos, teniendo en cuenta los cambios de turno, sin olvidar la necesaria separación de los residuos.
Se ha de mantener la limitación de visitas externas y exclusivamente a aquellas zonas autorizadas, aplicando el teletrabajo en la medida de lo posible y perseverando con medidas extraordinarias para trabajadores especialmente sensibles.
Con el paso a la nueva normalidad es incluso más necesario reforzar el funcionamiento, evitando que puedan darse brotes de contagio que pongan en riesgo la salud de las personas, la continuidad productiva o el funcionamiento ordinario de las empresas.
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