La superficie destinada a Producción Ecológica en Castilla y León alcanza casi las 60.000 hectáreas

En los últimos años, ha aumentado la sensibilización ciudadana con el consumo responsable y la producción de proximidad y más sostenible, lo que ha provocado que el consumo de productos ecológicos actualmente mantenga un crecimiento constante y como consecuencia, así mismo la Producción Ecológica en Castilla y León.

En 2019 la Comunidad alcanzó las 59.783 hectáreas certificadas, un 18% más que en 2018. Zamora, con 14.470 hectáreas, y Valladolid, con 12.175 hectáreas, se mantienen como las provincias con mayor superficie certificada. Zamora lidera la mayor superficie dedicada a cereales (3.814 hectáreas), Valladolid concentra la mayor superficie de viñedo (3.610 hectáreas), Salamanca destaca por la superficie dedicada a olivo (109 hectáreas), Soria lidera la superficie dedicada a aromáticas y medicinales (109 hectáreas), Burgos destaca por la mayor superficie de pastos (2.737 hectáreas) y Ávila concentra la mayor superficie de tubérculos (49 hectáreas).

Castilla y León terminó 2019 con 1.289 operadores certificados, lo que supone un incremento del 22% respecto a 2018. En 2019, el número de ubicaciones ganaderas ecológicas ha aumentado hasta las 134, creciendo un 25% con respecto a 2018 y las instalaciones dedicadas a la elaboración y transformación de productos ecológicos alcanzaron las 351, lo que se traduce en un aumento de casi un 16% con respecto a 2018. La actividad que mayor número de instalaciones aglutina es la de bebidas, impulsada principalmente por las bodegas.

El instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), como Autoridad Competente para la Producción Ecológica en Castilla y León, tiene la función principal de velar por el cumplimiento con lo establecido en la normativa europea y ofrecer, frente a los consumidores, las garantías suficientes para el correcto funcionamiento de este sistema productivo. Desde 2013, las tareas de control se han conferido a la Autoridad de Control, el CAECyL, y se han delegado a otros Organismos de Control autorizados, entre los que se encuentra Sohiscert. El ITACyL lleva a cabo las funciones necesarias para que los criterios de control sean objetivos, armonizados, independientes y eficaces, y se realicen con el mismo nivel de exigencia, independientemente de la entidad que los lleve a cabo. Igualmente, con el objetivo de que la interpretación de la normativa sea homogénea, desde el ITACyL se han desarrollado los procedimientos documentados necesarios para establecer unos criterios de trabajo comunes para todos los agentes involucrados en este sistema productivo.

Además, como centro de investigación e innovación, desde el ITACyL se trabaja en diferentes proyectos de investigación agrícola sobre variedades, técnicas de manejo, rotaciones, etc., en cultivos representativos para Castilla y León. A parte de los ensayos que se realizan en la propia Finca de Zamadueñas, donde existen aproximadamente 2 hectáreas con ensayos en ecológico, desde el 2016 el ITACyL viene desarrollando y participando en diferentes ensayos en colaboración con otros agentes y operadores del sector ecológico, como por ejemplo, el proyecto de investigación basado en la evaluación agronómica y tecnológica de trigos ecológicos (ECOTRIGO) cuyo objetivo es potenciar la cadena de valor “trigo-harina-pan” ecológica, adoptando una perspectiva integradora desde la producción hasta el consumidor, buscando la innovación en cada uno de los eslabones de la cadena.